El "Metomentodo"
“Tenga cuidado, Licenciado, porque si no este
Arnulfo le va a quitar la cátedra”.
Lo anterior fue la expresión de una de mis compañeras de clase
en mis años de universidad allá por el
año de 1986.
A pesar de ser un adolescente que comenzaba
mis estudios universitarios, mantenía una actitud para con mis profesores no
muy común en todos mis compañeros: Era
demasiado suspicaz, lo cual me
llevaba a tener dentro de la clase una actitud, en gran manera acuciosa, motivada, quizás no tanto por mi
inteligencia, sino que por mi curiosidad y vehemencia hacia una carrera que era
todo una sensación para mí. Y efectivamente, a través de mi vida he tenido la
enorme bendición de tener la oportunidad de estudiar profesiones que son una delicia para mí, algo
así como “un manjar servido en la mesa de mi vida” el cual me dispongo a
comerlo, pero no solo eso, sino, a disfrutarlo, “saboreándolo” al máximo y eso
incluye no solo degustarlo, sino que
también hacerme del conocimiento de su “modo de preparación”, “sus
ingredientes”, “su proceso de cocción”, etc., etc. ¿Me entienden? ¡Pobre de mis
profesores! Si yo era el joven dispuesto a disfrutar del banquete, mis
profesores eran los chefs, los cocineros que se hallaban inevitablemente sometidos a una tormenta de preguntas,
cuestionamientos, proposiciones, objeciones, etc., etc.
En el momento referido, era una asignatura
llamada “Teoría de la comunicación” la
que estudiábamos. El profesor, muy amablemente contestó a la advertencia de mi
compañera y haciéndole honor a la materia en estudio le explicó lo siguiente:
-“Señorita,
efectivamente el joven es un metomentodo (palabra usada por mi profesor para
encontrar una manera elegante de llamarme “metido”), un preguntón insaciable,
un participante en la clase que por su perseverancia e interés en lo que
estudiamos, asume una actitud que lo pone, de alguna manera, a la par de el
profesor, si bien no en conocimientos pero sí en “aprietos”, ahora le explico:
En el modelo más simple de la comunicación hay un mensaje, uno que lo emite
(envía) y otro que lo recibe, (Emisor-Mensaje-Receptor). El problema de este
análisis simple de la comunicación es que solo se interesa por lo aparentemente
necesario, algo así como “yo doy la clase (Emisor), se la explico (Mensaje) y
usted me escucha (Receptor)” Pero, comunicación es algo más que eso porque
al final de la clase yo podría preguntarles “¿me entendieron?” y si usted,
aunque haya escuchado, no entendió nada
de la clase, entonces definitivamente hubo un emisor, un mensaje y un receptor,
pero, ¡no hubo comunicación!
Entonces, yo solo puedo darme cuenta de
si hay comunicación si ustedes participan preguntando, sugiriendo, objetando o
aceptando la clase, a eso se le llama Retroalimentación,
algo muy importante para la comunicación. Hay muchos más aspectos pero por
el momento basta. Es algo así como la comida, si solo se la comen sin hacer
ningún comentario, el cocinero no sabrá jamás si cocinó bien, o si le puso
demasiada sal o la dejó completamente sosa, si estaba cocinada adecuadamente,
etc. Y ustedes estarán condenados a
tragarse la comida como al chef le plazca cocinar. Si ustedes no participan en
la clase estarán condenados a “tragarse” lo que yo les dé pero, con actitudes
como las de este joven, si bien me ponen en aprietos a mí porque obligan al “cocinero”
a hacer bien su trabajo, también se ponen en aprieto ustedes porque tienen que
ponerle investigación, consulta, atención, interés y análisis exhaustivo a lo
que yo diga y eso implica: INVOLUCRARSE. Se lo diré de una manera más sencilla:
Si ustedes no se involucran sólo hay una de dos posibles realidades: O
entendieron TODO o, simplemente no
entendieron NADA”.
Me sentí relajado luego de escuchar
semejante explicación. Efectivamente, mis intervenciones obligaban al profesor
a hacer bien su trabajo pero también le ayudaban a identificar las debilidades
y las fortalezas de la clase, así podía él, corregir las unas y potenciar las
otras. Y en cuanto a mí, no me conformaba con lo que escuchaba en la clase, así
que investigaba, estudiaba, preguntaba, cuestionaba, sugería, etc. En pocas
palabras: Me involucraba.
Pero ¿Qué con todo esto?
La Biblia
dice:
Apocalipsis 22:12: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su
obra.
Proverbios
22:29 ¿Has
visto hombre solícito en su trabajo?
Delante de los reyes estará;
No
estará delante de los de baja condición.
Eclesiastés 2:10:…
porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena.
1Corintios 15:58 Así
que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no
es en vano.
2Juan 1:8
Mirad por vosotros mismos, para
que no perdáis el fruto de vuestro trabajo,
sino que recibáis galardón completo.
Ezequiel 34:16 Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte
destruiré; las apacentaré con justicia.
Entonces, hago mías las seis porciones citadas anteriormente por cinco
razones:
1.- Escribir:
Para mí, escribir no es un trabajo, es una pasión, es una delicia. Y, si
escribo de mi Jesucristo, el deleite es mayor porque me gozo en sus enseñanzas,
así que hago mío Eclesiastés 2:10.
2.- Hay un
trabajo que hacer:
Hay almas perdidas y, muchas
descarriadas, otras débiles y traumadas, así que hago mío Ezequiel 34:16.
3.- Hay una
motivación:
Nuestro Jefe paga, revisa una vez más Apocalipsis
22:12 y 1Corintios 15:58.
4.- Y ¡paga
bien!
¿Recuerdas lo que escribimos del trofeo? Mi
Señor paga bien a los que trabajamos con esmero en su obra, mira de nuevo Proverbios 22:29.
5.- Pero…:
Cierto…, hay una meta… Pero, yo
no quiero el trofeo del payaso (en la entrada titulada “El Trofeo” fue el pago
al más tonto). Quiero el galardón de mi Dios y lo quiero completo pero, allí es donde hay un “pero”: debemos hacer bien nuestro trabajo.
Analiza
detenidamente 2Juan 1:8.
¿Entienden el por qué
de tanta historia? ¿Entienden el por qué de tanta explicación?
Necesito…, debo… ¡quiero hacer bien mi trabajo! Y solo lo podre hacer si
puedo explicarme y ustedes pueden entenderme pero ¿Cómo saber si me entienden?
Gracias a mi Señor este blog está creciendo con la ayuda de ustedes (por
cierto, sigan difundiéndolo y promocionándolo con sus familiares y amigos,
recomiéndelo a todos sus contactos); sin embargo, no he recibido muchos
comentarios excepto algunos de manera personalizada a los cuales le daré
respuesta en la próxima publicación
.
No, no me malentiendan. No es
reclamo, es solo que, ¿recuerdan lo que dijo el profesor? Si no se involucran,
o lo entienden todo o no me entienden nada y eso, ¡sí me preocupa! ¡Quiero el
galardón completo!
Y como recompensa, les prometo que respuesta siempre tendrán aunque sea
como en la siguiente historia:
Un renombrado predicador (Jorge Whitefield) predicó muchas,
pero muchas veces sobre el texto que dice:
“Os es necesario
nacer de nuevo.”(Juan3:7),
Este predicador había predicado tantas, pero tantas veces de
lo mismo que una persona
de su auditorio indignada y aburrida le preguntó: “¿Por qué predica usted tanto
sobre el mismo texto?”
Y la respuesta que el predicador le dio fue
la siguiente:
“Porque…, OS ES NECESARIO NACER DE NUEVO.”
¿Por qué lo digo?
En la publicación titulada “Despistado” hay un elemento “homilético” incluido
intencionalmente. Insisto que es un elemento “homilético” porque el mensaje
está correcto pero falta un elemento importante dentro de todo discurso: Mantenerse
dentro del tema. Lo hice de manera intencional y nadie me lo ha reclamado, nadie me ha dicho nada por
haberme desviado del tema. Es más, creo que ni se dieron cuenta pero…,
pendientes que próximamente aclaramos el asunto…
Por ahora, lo más importante:
Recibe a Jesucristo en tu corazón hoy.
" Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar a su hijo a morir en mi lugar. Gracias Señor Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús he orado. Amén.
Bienvenido a la familia de Dios.
Ten en cuenta lo siguiente:
“Yo, sólo espero poder ser bendición en tu vida pero Cristo, espera que le demos la Honra y Gloria siempre a Él. Recuerda que, sin Él, no somos nada.”
Espero tus comentarios, aunque no te conozca... Pero, si te has decidido por Cristo: ¡NOS VEMOS EN EL CIELO!
¡Bendiciones!
“A ti sea la Honra y Gloria, Señor Jesús"
un servidor: arnulfo deras
Hola amigos, en este espacio que se abre al dar click en donde dice "comentario" o "no hay comentarios" alli es donde pueden dejar sus comentarios y preguntas. Aun los sigo esperando. Bendiciones.
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