Tramposos…
Hablando de
deudas, tengo entendido que existen dos clases de deudores:
1.- Los que no pagan porque no quieren.
2.- Los que no pagan porque no pueden.
¿La
diferencia?
La capacidad y la voluntad de pago. Los primeros tienen como pagar
pero carecen de voluntad para hacerlo. Los segundos tienen la voluntad pero
carecen de capacidad para hacerlo.
¿Lo común?
Ninguno paga y en mi país, a quienes no pagan les llaman “tramposos”
¿Una vez
más hablando de deudas?
Lo que
sucede es que la humanidad está en deuda con Dios, y son unos tramposos porque
no pueden, ni quieren arreglar las cuentas con su creador.
Gracias al
Señor que algunos como yo hemos tenido la oportunidad de estar a cuentas con
Dios a través de Jesucristo, quien es la única alternativa porque fue el único
que pudo pagar la cuenta y lo que es mejor, la pagó por nosotros y hoy, tan
solo debemos aceptar su regalo y quedar libres de ser “tramposos”.
Insisto: ¿Una
vez más hablando de deudas?
Resulta que
en la publicación “Despistado” comenzamos hablando de los “sin pisto”. Alguien
me reclamó semejante “traición” pues sus
expectativas no fueron satisfechas ya que esperaba que diera la fórmula para
tener dinero.
En dicha
publicación, al explicar el título decíamos que hablaríamos de los “sin pisto”
y terminamos hablando de cuentas por pagar, de deudas. O sea que no cumplimos
con el tema, no lo concluimos y quedé endeudado con ustedes aunque.en ese momento nadie me lo
dijo. ¿Será que no se fijaron? En la publicación “El Metomentodo”, justifiqué
las razones pero adquirí una deuda más con ustedes: Aclarar el asunto (para
mejor comprensión, leer de nuevo las publicaciones referidas)
Pues bien, tengo esa deuda con ustedes y hoy pienso
cancelarla. De todas maneras, insisto, si quede debiendo fue intencional, para
entregárselos en dos partes y que se aburran menos por tanto leer, no por
tramposo ¿ok? Por favor háganme saber lo que piensan, de qué tema les gustaría que
escriba, cuál entrada es más interesante, qué no les gustó, en qué me
equivoqué, etc. Yo también espero aprender de ustedes. Les aseguro que me
ayudarán mucho.
Así que
hablemos de los “despistados” o sea de los “sin pisto”
No, no se
alegren tanto. Yo no estoy ofreciendo regalar “pisto” a los “despistados”
y a pesar de que no les estoy ofreciendo lo que a juicio de ustedes necesitan,
porque no les estoy dando lo que “piden” o sea, pisto (los despistados
lo que piden es pisto), lo que les
ofrezco es mejor. Les ofrezco a Jesucristo, mi Señor. Él quiere entrar en sus
corazones también. Él quiere salvarlos así como me salvó a mí.
¿No me
creen? Observen la siguiente historia:
-Aguaaa... aguaa... agua... agua...
De pronto aparece una tienda en medio del desierto, el hombre se arrastra como puede y le dice al joven que está en la tienda:
-Aguuaaa... deme aaguaa, me mueeero... aaaguaaa...
El joven de la tienda le dice:
-Amigo, agua no tengo, pero yo vendo corbatas... mire, mire... tengo de todos colores, de disney, rayadas, de los Looney Tunes, del Pato Lucas...
El hombre lo interrumpe:
-Es que, lo que yo le estoy pidiendo no es corbatas sino que ¡agua!
El joven vuelve a decirle:
-Aproveche, amigo, que usted es el primero y único cliente para comprar a precio de “me lo llevo” Le estoy ofreciendo las mejores corbatas y baratísimas. Son una “ganga” o como dicen hoy en El Salvador los vendedores: ¡Cachada, cachada!
El hombre indignado refunfuña:
-¡Queee obstinación contigooo, quiero aaaguaaa!...
El vendedor le insiste:
-Ya le dije que no tengo agua, pero mire las corbatas, baratísimas, acepto tarjeta de crédito y cheques.
El hombre casi muerto le repite gritando:
-¡Aaaguaaaa!
El vendedor, resignado y triste, le dice:
-Bueno mire, como a 8 kilómetros hay un restaurante, allí de seguro tienen agua... pero, compadre, cómpreme una corbata... mire, mire…
El hombre no quiso escucharlo más y se arrastró durante todo un día... Hasta que por fin divisa un restaurante en medio del desierto. Llega ya con sus últimas fuerzas y le dice al portero:
-Agguaaa... me muero... aaaaguaaaa.
Y el portero le dice:
-Amigo, adentro le darían el agua, pero…, es que… no puede entrar sin corbata.
¿Entienden la historia?
Lastimosamente cuando no tenemos dinero, lo primero que buscamos es eso: dinero. Muchas personas llegan a las Iglesias pidiendo lo que les falta pero no lo que necesitan. Y si no es dinero piden consuelo, salud, posición social, marido o piden mujer, etc., etc. Y solo encuentran a un pastor que lo único que hace, porque es lo que debe hacer, es ofrecer el sacrificio de Cristo para perdón de pecados. Esa es la realidad porque nosotros, los pastores, (por lo menos los un poco sinceros y honestos) no ofrecemos dinero, así que si eso esperaban en este escrito, se equivocaron. Tan solo somos siervos de Dios que ofrecemos lo que tenemos y, ¿qué tenemos? Tenemos Un Dios poderoso, un sacrificio, el de Jesucristo, que nos redime y un Espíritu Santo que nos suple todo…
Simplemente actuamos como Pedro y Juan:
La Biblia Dice:
Hechos
3:1-6 Pedro y Juan subían juntos al templo
a la hora novena, la de la oración.
Y era traído un
hombre cojo de nacimiento, a quien
ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban
en el templo.
Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar
en el templo, les rogaba que le diesen
limosna.
Pedro, con
Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
Entonces él les
estuvo atento, esperando recibir de
ellos algo.
Mas Pedro dijo:
No tengo plata ni oro, pero lo que tengo
te doy; en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda.
Al estar sano, este hombre no tendría que
pedir limosna más. Podría trabajar y ganar su sustento. No le dieron lo que pedía, le dieron lo que necesitaba. Si
le hubieran dado limosna, este hombre hubiera medio solucionado su problema.
Un Presidente de los Estados Unidos de América lo dijo de la siguiente
manera: “A un hombre dale un pescado y comerá un día pero, enséñale a pescar y
comerá toda la vida”
Y entonces,
¿DESPISTADO? ¿SIN PISTO? ¿SIN DINERO?
¿Recuerdas la historia?
Cambia la palabra dinero y pon en su lugar
la palabra que nombra lo que no tienes, para que me entiendas mejor.
Yo no puedo darte “el agua” que tu pides, yo
te ofrezco lo que puedo darte: “la corbata” para que puedas entrar al lugar
donde está el agua y no solo eso sino que hay de todo lo que tú necesitas.
Muchas veces a nosotros los pastores nos
tratan como al vendedor de la historia: ¡Y
este, qué no tiene nada que hacer. No habla de otra cosa. Ya aburre!
Y nosotros seguimos actuando como el
referido vendedor: Insistiendo con obstinación que reciban a Jesucristo en sus corazones como su Salvador.
El vendedor sabía que la única forma de
entrar al restaurante era teniendo corbata. Nosotros sabemos que la única
manera de entrar al Reino de los cielos es a través de Jesucristo.
La Biblia
Dice:
Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino,
y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
1Timoteo
2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre,
Hoy, yo no puedo suplir lo que necesitas pero te ofrezco la clave para que lo tengas
todo…
¿Despistado?
Observa y ponle atención a lo siguiente:
La Biblia
Dice:
Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de
Dios y su justicia, y todas estas cosas
os serán añadidas.
Filipenses
4:19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus
riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Lo
dice La Biblia. Es una promesa.
Un soldado anónimo escribió lo
siguiente hace casi un siglo:
Pedí a Dios que me hiciera fuerte
para sobresalir... me hizo débil para que
aprendiera a obedecer
humildemente.
Pedí ayuda para hacer obras más
grandes... se me dieron dolencias para hacer
obras mejores.
Pedí riquezas para obtener la
felicidad... se me dio pobreza para que fuera
prudente.
Pedí de todo para poder gozar de
la vida... se me concedió la vida para que
gozara de todo.
No recibí nada de lo que pedí...
pero sí todo lo que podía esperar.
A despecho de mí mismo, fueron
oídas mis oraciones. Soy entre todos el
hombre más bienaventurado.
Una vez
más, ¿despistado? Allí tienes la solución: Jesucristo
Obtenlo
todo, recibiendo a Jesucristo en tu corazón hoy.
¿Quieres hacerlo? Tan solo dile a Jesús:
" Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar a su hijo a morir en mi lugar. Gracias Señor Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús he orado. Amén.
Bienvenido a la familia de Dios.
Ten en cuenta lo siguiente:
“Yo, sólo espero poder ser bendición en tu vida pero Cristo, espera que le demos la Honra y Gloria siempre a Él. Recuerda que, sin Él, no somos nada.”
Espero tus comentarios, aunque no te conozca... Pero, si te has decidido por Cristo: ¡NOS VEMOS EN EL CIELO!
¡Bendiciones!
“A ti sea la Honra y Gloria, Señor Jesús"
un servidor: arnulfo deras
Ten en cuenta lo siguiente:
“Yo, sólo espero poder ser bendición en tu vida pero Cristo, espera que le demos la Honra y Gloria siempre a Él. Recuerda que, sin Él, no somos nada.”
Espero tus comentarios, aunque no te conozca... Pero, si te has decidido por Cristo: ¡NOS VEMOS EN EL CIELO!
¡Bendiciones!
“A ti sea la Honra y Gloria, Señor Jesús"
un servidor: arnulfo deras
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