Solo una cosa
a la vez
Por allí escuché una vez una expresión que me
hizo meditar en algunas realidades de la vida. No es fácil decidirnos, cuando
de escoger se trata, entre tantas alternativas que nos parezcan interesantes.
Todo esto, sin importar a qué aspectos de la vida se lo apliquemos. Indistintamente a qué nos
refiramos, no es fácil por qué carro decidirnos habiendo tantas “bellezas” en
el mercado, con los celulares nos sucede lo mismo y, si tienes la bendición de
tener un guardarropa muy amplio y variado no es fácil decidir qué ponernos,
después de todo, si lo tienes dentro de
tu guardarropa es porque te gusta. Con
todo respeto me permito referirme a una característica muy simpática de las
damas: Les encanta comprar zapatos. No importa si ya no caben en la casa, si
hay dinero, una vez en la tienda quieren llevarse estos, aquellos, los otros
y…, estos también… El problema es a la hora de decidirse cuáles ponerse (eso
explica por qué se tardan tanto) problema que no tendrían si solo tuvieran un par
de zapatos. ¿Por qué lo digo? Tengo la
bendición de tener muchas corbatas y a la hora de vestirme “¿cuál me pongo?” es
el primer pensamiento que asoma en mi cabeza (Por eso me tardo también, hoy ese
problema no es exclusivo de las damas).
Seamos francos, el verdadero problema no es
tener muchas corbatas, el problema real es tener un solo cuello al que no le
puedo poner dos corbatas. De la misma manera, para las damas el problema no es
tener muchos zapatos, el problema real es tener solo dos pies, de manera que
solo pueden usar dos zapatos de los muchos que puedan tener. En cierta ocasión
no soporté la curiosidad y pregunté ¿…, desearía usted tener cien pies…?
Y, ya ni les cuento la respuesta.
Les parecerá gracioso lo anterior pero, hay
aspectos en la vida en las cuales una mala decisión nos puede salir caro “y
muy, muy caro”. Y no me refiero solo a lo económico sino que también a otros
aspectos como lo sentimental, emocional y lo más delicado: Lo espiritual.
Si tu, hembrita, te equivocas al escoger al
hombre de tu vida, terminarás en grandes líos. Lo mismo para ti, hombrecito, si
te equivocas en escoger la mujer de tu vida, también terminarás en grandes
líos. Te lo puedo asegurar yo, que como sicólogo he tenido que oír infinidad de
cosas y como pastor he tenido que aconsejar a tantos. Y, como teólogo tengo que aplicarte lo que La
Biblia Dice: Solo puedes tener para ti una persona (esposo o esposa) y allí es
donde surge el problema ¿Cuál de entre todas?
Pero dejemos ese aspecto (sentimental) para
otra oportunidad.
Por ahora me interesa el aspecto espiritual
y allí no tienes muchas alternativas, por lo tanto no debería costarte mucho
por cual decidirte.
¡Pero, qué digo! Si la misma Biblia me
corrige:
La Biblia
Dice:
Génesis
6:5-6
: Y vio Jehová que la maldad de los
hombres era mucha en la tierra, y que
todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo
solamente el mal.
Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre
en la tierra, y le dolió en su corazón.
“Eso significa que toda la humanidad ya está
decidida” Pero, es una decisión equivocada.
Les interesa mucho más el mal, pero…,
quieren ir al cielo.
Allí es donde me recuerdo de la expresión
que escuché: “El que persigue dos cosas a la vez, ni alcanza a la una y…, deja
escapar a la otra”. Muchos no ignoran la
historia del perro de las dos tortas…
¿Por qué escribo de esto?
Recuerda el título: Solo
una cosa a la vez.
En cierto pueblo había un muchacho que le
gustaba hacer bromas a cuanta gente podía. Un buen día decidió agregar a su
larga lista de víctimas al doctor del pueblo. Con malévola intención hizo su solicitud y se
encaminó hacia el consultorio del médico, llevando consigo el objetivo de “tomarle
el pelo”. Una vez adentro, el doctor le preguntó con amabilidad a tan singular
paciente:
-
Ajá, buen amigo ¿en qué le
podemos servir?
El interrogado le respondió con
sorna:
-
Mire, doctor, aquí - y señalando
con el índice derecho su estómago, insistió - aquí exactamente…
El doctor, interesado en atender bien a su
paciente, prestó mucha atención y le dice:
-
Sí, es su estómago. Pero, ¿qué tiene? O, ¿qué siente?
-
Fíjese, doctor, que, aquí exactamente, me
duele y no me duele.
El doctor, sin inmutarse y sabiendo la
fama de su paciente, simplemente le siguió la jugada y puso cara de preocupado y de
interesado en tan singular caso, limitándose tan solo a decir:
-
¡Ujum!
El paciente prosiguió con su ataque:
-
Y aquí – dijo señalándose el
pecho – también, me duele y no me
duele.
-
¿Es todo? – preguntó el doctor.
-
Sí. Ese es todo mi problema.
-
No se preocupe – dijo el doctor
escribiendo sobre una receta – Estos casos no son graves y con esto podrá
curarse.
Acto
seguido le extendió una receta en la cual le prescribía los medicamentos para
el dolor y le dio la siguiente indicación:
-
Compre estos medicamentos y, por
favor solo úselos de la siguiente manera: Cuando sienta el malestar, entiéndalo
bien, solo entonces “se los toma y no se los toma…”
. . .
Hay
cosas en la vida que no se pueden hacer en un
mismo tiempo como lo demuestra la
historia anterior pero, en lo espiritual es imperativo decidirnos por una sola
alternativa.
¿Recuerda a Elías? Este hombre intimó lo
mismo.
La Biblia Dice:
1
Reyes 18:21: Y acercándose Elías a todo el
pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis
vosotros entre dos pensamientos? Si
Jehová es Dios, seguidle; y si Baal,
id en pos de él. Y el pueblo no
respondió palabra.
Josué hizo otro tanto:
La Biblia Dice:
Josué 24:15: Y si mal os parece servir a Jehová,
escogeos hoy a quién sirváis; si
a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra
habitáis; pero yo y mi casa serviremos a
Jehová.
La intimación (exigencia) es clara. Es
necesario decidirse pero también es claro que solo se puede optar por una
alternativa, no más.
Jesús nos está proporcionando la misma
lección.
La Biblia Dice:
Lucas 16:13: Ningún siervo puede servir a dos
señores; porque o aborrecerá al uno y
amará al otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro. No podéis servir
a Dios y a las riquezas.
.
Definitivamente “no se puede servir a dos
señores”. Es necesario que nos definamos decidiendo a quién queremos servir, no
sin antes recordar que los beneficios y el pago obtenido dependerá de a quién
escojamos como señor.
En este día, Dios te está invitando a ti a
que te unas a la gran familia de vencedores, porque recuerda que con Cristo
somos más que vencedores. Pero entiéndelo bien: CON Cristo. Sin Él no somos
nada y es necesario que a cada instante de nuestra vida estemos siempre
dispuestos a seguirle y entablar una buena relación con Él.
Tendrás alternativas pero no hay nada mejor
que estar en paz con Dios y eso solo se logra siendo uno de los suyos, estando
siempre dispuestos a seguirle, servirle y obedecerle.
¿La otra alternativa? El diablo y su mundo pero, si decides hacerte
amigo del mundo, definitivamente te convertirás en enemigo de Dios.
La
Biblia dice:
Santiago
4:4: ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es
enemistad contra Dios? Cualquiera, pues,
que quiera ser amigo del mundo,
se constituye enemigo de Dios.
…Recuerda la lección aprendida: No puedes
hacer las dos cosas.
El diablo te ofrece placeres, pero con ellos
también la muerte, lo que sucede es que esto último no te lo dice.
Más Dios, te ofrece la vida eterna.
Hoy te invito a que vengas a Cristo y le
permitas entrar en tu corazón, Él quiere ser tu amigo. Él quiere salvarte así
como me salvó a mí.
Aún es tiempo de que cambies y te decidas
por lo mejor: Jesucristo. Toma hoy tu
mejor decisión: “Haz de Cristo el señor
de tu vida y recibe con Él la vida eterna”
¿Lo dudas?
No solo yo lo digo, también La
Biblia lo dice:
1Juan 5:12: El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
Esa es la
receta de hoy…
Tú decides si la tomas o no, pero, al igual
que nuestro amigo no puedes hacer las dos cosas.
Recibe a Cristo en tu corazón hoy.
¿Quieres hacerlo? Tan solo dile a Jesús:
" Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar a su hijo a morir en mi lugar. Gracias Señor Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús he orado. Amén.
Y… si
ya lo tienes contigo ¿qué esperas? Ponte a servirle porque no tienes
alternativa: Si no le sirves a Dios, inevitablemente le estarás sirviendo al
enemigo pero, jamás podrás servirle a los dos.
Jesucristo se lo merece TODO.
… Y, ten en cuenta lo siguiente:
“Yo, sólo espero poder ser
bendición en tu vida pero Cristo, espera que le demos la Honra y Gloria siempre
a Él. Recuerda que, sin Él, no somos nada.”
Recuerda siempre que
Cristo te ama y…, yo también…, aún sin conocerte. Pero…, si te decides
por Cristo, ¡NOS VEMOS EN EL CIELO!
¡Bendiciones!
“A ti sea la Honra y Gloria, Señor Jesús"
“A ti sea la Honra y Gloria, Señor Jesús"
un servidor: arnulfo deras
Dios bendiga, muy excelente esta reflexión; me recuerda lo que declara Dios en malaquias 1:6. Gracias por ser de Bendicion para nuesta vida espiritual...
ResponderEliminarGracias por su comentario, hermano. Qué bueno que estos humildes escritos sean de bendición, ya que es lo único que espero porque ese es mi único objetivo. La gloria y honra son para el único que hace posible esto: Nuestro Señor Jesucristo. Efectivamente, hermano, en Malaquías 1:6 Dios se queja de que le llamemos Padre y no le honramos, le llamamos Señor y no lo respetamos, esa es la razón de la reflexión anterior porque, precisamente, esto se da al querer estar con Dios pero haciendo todo en contra de Él y definitivamente, no se puede. Si es nuestro Padre, honrémosle y si es nuestro Señor, respetémosle.. Debemos de dejar de andar con "mediastintas" o, como dijo un amigo mío: O somos, o no somos pero no podemos "medio ser". Shakespeare lo dijo claramente: "to be or no to be, that`s is the question" "ser o no ser, esa es la interrogante". Lo bueno es que nosotros somos hijos de Dios y estamos tratando de obedecerle. Garcias hermano. Bendiciones.
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