EL TROFEO
Antes que nada quiero disculparme por mi ausencia en tanto tiempo. No pretendo justificarme pero he tenido razones válidas para ello. Lo bueno e importante es que aquí estamos de nuevo gracias a mi buen amigo: Jesucristo. Y, como siempre decimos que sin Él nada somos, es necesario tambien decir que con Ël somos campeones, victoriosos o como dice Romanos 8:28 "...Más que vencedores"..., o si lo prefieren al estilo salvadoreño: "Somos la mera mata donde se rasca el tigre"
Así que..., SIGAMOS
Buscando en el diccionario el significado correcto de esta palabra…, por respeto a los lectores, siempre me preocupo por el verdadero significado de las palabras. Lo que menos quiero es generar malos entendidos. Recuerde que, no es lo mismo “me rio en el baño” a…, “me baño en el rio”, aunque se usen las mismas palabras ¿ok?..., bueno pues, como decía, buscando en el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) lo que significa esta palabra, me encontré con lo siguiente:
Trofeo. (Cruce de trompudo y feo). m. Hond. En lenguaje juvenil, persona fea y que tiene los labios gruesos y salientes.
Me sorprendí…, porque mi objetivo no es escribir sobre alguien con tan especiales características, después de todo, si mi Dios lo hizo así, está bien hecho. Dios no se equivoca y si alguien así está leyendo esto, siéntase orgulloso de ser un claro y vivo ejemplo de la voluntad y perfección de Dios…
Así que, seguí buscando y encontré lo siguiente:
Trofeo. (Del lat. trophaeum, y este del gr. τρόπαιον). m. Monumento, insignia o señal de una victoria. || 2. Despojo obtenido en la guerra. || 3. Conjunto de armas e insignias militares agrupadas con cierta simetría y visualidad. || 4. Victoria o triunfo conseguido.
A esto es a lo que me refiero y es de esto que quiero escribir. Hay muchos sinónimos y quizás debería llamarle: Premio, galardón, pago, recompensa, triunfo, laurel, corona, palmarés, etc. Pero… ¿qué importancia tiene?
La Biblia Dice:
Apocalipsis 22:12: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
Entonces…, es de suma importancia pensar en el trofeo ya que es un premio, es el pago. Es como el sueldo al final de la quincena o, ¿a quién no le importa el sueldo? ¿A quién no le importa cuánto le van a pagar?
No nos hagamos los “tarugos”, en cuestiones de finanzas son dos cosas las que más nos importa: “cuánto me van a pagar” y “cuánto voy a pagar” ¿Acaso no es lo primero que consideramos cuando de analizar un trabajo se trata? No conozco a nadie que diga “mire, yo lo que necesito es el trabajo y el pago no me interesa”… Por el sueldo es por lo primero que preguntamos ya que nadie trabaja por que los demás lo admiren diciendo “qué trabajador” y, a nadie se le paga sin que haga algo. Dios entiende eso y, como lo justo que es, paga. Según el versículo anterior, hay premio para todo y para todos “para recompensar a cada uno según sea su obra.”
Entiéndase bien, “según sea su obra”
No. No se mal entienda. No escribo esto para que se piense que la salvación es por obras. La salvación es un regalo no un trofeo. La salvación no es un pago, es gratis.
La salvación Cristo te la ofrece hoy y, al igual que cualquier regalo, solo tienes que aceptarlo.
Hay una importante diferencia entre la salvación y un trofeo. La salvación se recibe y el trofeo, se gana.
¿Por qué escribo de esto? Lo que pasa es que no quiero que suceda lo que les sucedió a los personajes de la siguiente historia…
. . .
En un país muy, muy lejano (como dice Shrek en su película) vivía un rey que se preocupaba mucho por sus súbditos. Un día vio que en su corte había mucha tristeza y, muy preocupado quiso, de alguna manera ayudar a su gente a que estuviera más alegre, así que decidió contratar un payaso para divertir a la gente. Las payasadas no era una profesión muy enseñada en las escuelas de aquel reino, de hecho, creo que en ningún lugar le enseñan a uno a ser payaso, por eso, no cualquiera es payaso y no a cualquiera le gusta sentirse o que lo tomen como payaso. Debido a esto, no le fue fácil al rey encontrarlo, pero de buscar tanto encontró a uno y lo contrató sin ninguna prueba.
En algún tiempo, el rey se dio cuenta que el payaso sólo hacía tonterías, pero aún así, decidió honrarlo premiándolo en una ceremonia real. Así que se iniciaron los preparativos para la premiación, los cuales duraron varios días debido a la naturaleza de la ceremonia. Era una ceremonia real.
El payaso, por su parte, estaba que no cabía en su traje, muy emocionado y orgulloso de su trabajo, tanto que consideraba que el rey solo estaba haciendo justicia al haber considerado otorgarle un trofeo por su profesión.
Llegado el día todo el reino estaba reunido y expectante del discurso de su rey y el payaso, contento de recibir su bien merecida presea. El momento del discurso fue solemne y todo mundo guardó silencio poniendo atención a su rey, sobretodo el payaso. El rey tomó el micrófono y leyó su edicto:
- “En este acto importante y solemne, ante toda mi corte y ante todo mi reino te hago este merecido reconocimiento, entregándote este Trofeo como una acreditación del reconocimiento que hace tu rey a tu persona… “, - el payaso se sentía inflado de orgullo- …, “por ser el payaso más…,” - y a punto de reventar- “…, más, más Tonto que he conocido…,”
El payasito, efectivamente se reventó y se sintió el ser más humillado del reino. Tan grande se había sentido, que se cumplió en él la sentencia “entre más alto se está, más grande es el golpe al caer”. Se consoló un poco recordando otro refrán “el que al último ríe, ríe mejor”. Trató de disimular como pudo semejante humillación y recibió el trofeo. Las palabras del rey seguían sonando en sus oídos “… el payaso más Tonto…”
El rey continuó: “Recíbelo, pero tienes el compromiso y la obligación de que, al encontrar al que sea más tonto que tu, tu deberás entregarle el trofeo a ese tonto”.
El payaso se encerró en su cuarto por mucho tiempo, sufriendo su humillación.
Un día, el rey estaba triste y buscó al payaso tonto. Al encontrarlo le dijo: - Estoy triste porque tengo que hacer un viaje dentro de tres días, del que no voy a regresar.-
“ya quisiera yo irme y no regresar a este reino”- se dijo para sí el payaso.
Éste, que había conocido todos los preparativos que se hacían con meses de anticipación para cada viaje del rey, le dijo:
- “Pero, señor rey, ¿por qué de pronto dice que va a viajar? Si no hemos enviado al pregonero para anunciar su viaje. No hemos preparado los regalos para los reyes que va a visitar. No hemos enviado a los embajadores para que preparen su llegada, en fin, no está preparado nada. Los camellos no tienen gasolina porque está muy cara, su pasaporte está vencido y en las oficinas del gobierno se tardan mucho para atender porque las secretarias tienen que discutir con sus colegas todos los problemas conyugales que les aquejan, la novela, etc., y solo lo pueden hacer en la oficina porque es allí donde se ven. No ha comprado los boletos de avión por anticipado, así que, a lo mejor se queda o lo meten en el área de carga, en fin, señor rey, su ropa, sus zapatos, el maquillaje, etc., etc., etc., no está preparado así que no debería de viajar así de improviso. Las maletas están rotas, los vuelos se atrasan, al aeropuerto hay que llegar tres horas antes, las protestas en las calles entretienen, los delincuentes pueden robarle lo que ha ahorrado por mucho tiempo para viajar, lo pued…”
El rey lo interrumpe:
- “Es inevitable. Hace tiempo que lo sé. La verdad es que tengo que viajar porque voy a morir”
El payaso soltó una carcajada, tomó el trofeo y le respondió:
- “Señor rey, usted merece el trofeo por ser más tonto que yo. Es un tonto por no haberse preparado sabiendo que iba a viajar…, que iba a morir…, lo siento pero aquí tiene usted su trofeo”- acto seguido y sin ninguna solemnidad, el rey recibió el trofeo cumpliendo su propio edicto.
Todos pensamos en la vida y lo necesario para vivirla: La comida, la ropa, el trabajo, la profesión, los estudios, etc., etc., etc. Pero nadie quiere pensar en la muerte, ya sea por miedo o por ignorancia. Independientemente del motivo por el que ignoremos el tema, es todo una tontería. Algunos, a lo mucho que llegan es a pagar por anticipado su funeral.
¿Por qué escribo de esto? En una película escuché una frase que me hizo pensar mucho, no recuerdo el nombre de la película pero allí dijeron “la muerte es tan solo el comienzo” y, tienen razón, la muerte es tan solo el comienzo de una nueva etapa de existencia.
La Biblia Dice:
Hebreos 9:27: Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
Entonces, si tan segura tenemos la muerte, si tan seguro tenemos ese viaje, ¿por qué no prepararnos? Definitivamente que es una tontería, pero si lo vemos en el sentido espiritual esa tontería, se convierte en una burrada. No sabemos cuándo, pero seguramente tendremos que viajar.
En la Biblia está una historia de un hombre que hacía muchos planes para su vida, pero ninguno para su muerte, hasta que Dios le dijo: “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Lucas 12:16-21
Deberíamos decirle: Tonto, no te preparaste para tu viaje.
Y tú, ¿ya te preparaste?
Es necesario estar preparado y la única manera de estar preparado es recibir a Cristo como tu Salvador y Señor
La Biblia dice:
La Biblia dice:
1Juan 5:12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Mateo 24:44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
Decídete hoy
¿O quieres para ti el trofeo del payaso?
La Biblia Dice:
2Corintios 6:2: “… He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.”
Prepárate recibiendo a Jesucristo en tu corazón hoy y asegura tu boleto a la vida eterna.
¿Quieres hacerlo? Tan solo dile a Jesús:
" Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar a su hijo a morir en mi lugar. Gracias Señor Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús he orado. Amén.
Bienvenido a la familia de Dios.
Ten en cuenta lo siguiente:
“Yo, sólo espero poder ser bendición en tu vida pero Cristo, espera que le demos la Honra y Gloria siempre a Él. Recuerda que, sin Él, no somos nada.”
Espero tus comentarios, aunque no te conozca... Pero, si te has decidido por Cristo: ¡NOS VEMOS EN EL CIELO!
¡Bendiciones!
“A ti sea la Honra y Gloria, Señor Jesús"
un servidor: arnulfo deras
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