A manera de introducción

A manera de introducción

   Cuando pequeño asistía a la escuela dominical de mi iglesia, cada semana nos dejaban como tarea memorizarnos algunos versículos de la Biblia pero, con mi natural inocencia y falta de conocimientos, casi nunca le ponía atención a lo que memorizaba, comportándome así como una especie de perico, el cual solo repetía lo que tenía en mi memoria pero sin entender nada. Así pasó mucho tiempo y el resultado fue que todo lo que con mucho sacrificio le metía a mi memoria no duraba mucho tiempo allí, tanto que hasta el día de hoy, por la misericordia de mi Señor Jesucristo, puedo recordar lo que dice su palabra pero me es difícil memorizar las citas bíblicas. Sin embargo, hoy puedo y quiero darle ¡Gracias y la Gloria al Señor! porque su palabra se cumple: "Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié." Isaías 55:11 ¿Por qué lo digo? En uno de tantos domingos me dejaron que memorizara Hebreos 4:12: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón." Debo ser honesto, me lo aprendí de memoria en esa época pero hoy, hasta para escribirlo aquí he tenido que tener enfrente mi Biblia (por cierto, a menos que se indique lo contrario, las citas son de la versión Reina-Valera). Así que no tengo mucho de que jactarme y a eso debo agregarle que no entendí mucho de tuétanos, partir espíritus, discernimientos y mucho menos de espadas, cuando en mi lugar lo único que conocía eran los cuchillos, hachas y machetes. Sabía el nombre pero la imagen de una espada tuve que inventármela. Lo que sí quedó grabado en mi mente hasta hoy fueron las palabras " filos, cortar, corazón".

   En mi pequeña mente, con semejantes palabras se formó una imagen horrenda y tenebrosa "¡Dios mío!, algo con filo cortándome el corazón".

Sentí miedo y me pregunté por qué Dios iba a querer arrancarme el corazón si en repetidas ocasiones la maestra de la escuela dominical había dicho que Dios nos ama y, sobretodo a los niños. No entendí nada...

   Mi confusión fue mayor cuando nos dejaron que memorizáramos Mateo 11:25: "En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños". Pero..., si yo soy un niño y si los sabios no saben nada, entonces ¡yo estoy perdido! porque yo tampoco entiendo nada...

   Llorando le supliqué a mi Cristo que por favor me revelara esas cosas que no eran para los sabios y ¿saben qué? Su Santo Espíritu me ha dado la certeza de que La Biblia es la Palabra de Dios y me ha enseñado que mi Dios es real, misericordioso y lleno de amor y que, a pesar de que en un principio me parecieron groseras las "armas con filo partiendo corazones", cuando pude entender lo que su Palabra dice me di cuenta que estamos llenos de maldades que necesitan ser quitadas de nuestras almas para estar completamente limpios y bañados para la gran fiesta que nos ofrece el Señor. También entendí que así como hay suciedades en la ropa que salen fácilmente al lavarlas, también hay manchas que la única forma de eliminarlas es cortando el pedazo de tela. Allí es donde, a veces duele.

   Pero tranquilos, Dios es tan bello que, hasta para corregirnos, si somos obedientes, nos tratará con todo el cariño y amor necesario. Y si necesita curarnos, la medicina que nos de, por muy amarga que sea, Él hará con nosotros lo mismo que hizo con Ezequiel (Ezequiel 2:9 - 3:3) Lo que este hombre tuvo que tragar no era nada bueno pero fue "...en su boca dulce como la miel". Pero no lo olvide, hay que ser obediente.

   Pero y al final ¿qué con tanta historia? Si la Palabra de Dios es tan sencilla que pueden entenderla los niños, ¿por qué nos complicamos tanto? ¿A qué queremos llegar?

1.- La Biblia nos manda a predicar el Evangelio a toda criatura.

2.- La Biblia es la Palabra de Dios.

3.- Dios puede hablarnos hasta en las situaciones más cotidianas.

   Entonces, lo que queremos es que no les pase lo que me sucedió a mí. La palabra de Dios no es para asustarse. Es para corregirse, instruirse y para caminar y vivir en el Reino de Dios. Solo necesitamos ser humildes y obedientes, comenzando por recibir al Señor Jesucristo como único Señor y Salvador de nuestras vidas.

   Recibe a Cristo 

  ¿Quieres hacerlo? Tan solo dile a Jesús: " Señor Jesús, en tu nombre vengo hoy ante ti para confesarte todos mis pecados y así recibir tu perdón. Reconozco que soy pecador y que no lo merezco pero, también reconozco que Tú eres Dios lleno de misericordia y amor y creo en mi corazón que diste tu vida por mi para redimirme de mis pecados , que resucitaste al tercer día y que por tu bendita sangre derramada en la cruz del calvario hoy puedo ser limpio. Entra en mi corazón. Te hago Señor de mi vida. En el nombre de Jesucristo, mi Salvador. Amén."

   Bienvenido a la familia de Dios.

   Este blog ha sido creado con el afán de ser bendición en tu vida.

   En lo siguiente, trataremos de ofrecerte reflexiones amenas y concisas con el fin de que conozcas lo que LA BIBLIA DICE. Por el momento comenzaremos con una reflexión semanal. Recomiéndanos con tus amigos y conocidos y contribuye con nosotros a propagar la Palabra de Dios. También esperamos contar con tus oraciones para recibir la unción del Espíritu Santo y que, en cada reflexión que publiquemos puedas reconocer y entender lo que Dios quiere decirte.

   Te prometo que siempre encontrarás porciones bíblicas en cada reflexión porque ese es nuestro objetivo y en la manera de lo posible, trataremos que sea "dulce como la miel" y que puedas reírte un poco. Te darás cuenta que hasta en lo más trivial Dios nos está hablando constantemente.

   Yo, sólo espero poder ser bendición en tu vida pero Cristo, espera que le demos la Honra y Gloria siempre a Él. Recuerda que, sin Él, no somos nada.

   Una vez más, si no tienes a Cristo recíbele en tu corazón.

   …Y si ya lo tienes, Bienvenido a este blog.

Espero tus comentarios, aunque no te conozca... Pero, si te has decidido por Cristo: ¡NOS VEMOS EN EL CIELO!

¡Bendiciones!

“A ti sea la Honra y Gloria, Señor Jesús"

un servidor: arnulfo deras